La tensión comercial entre China y Estados Unidos provocó que el gobierno chino ordenara a sus aerolíneas suspender por completo la recepción de aviones adquiridos al fabricante estadounidense Boeing. Así como la compra de refacciones y equipos relacionados.
La decisión surgió en medio del endurecimiento de la guerra comercial entre ambas potencias. Durante una gira por Asia, el presidente Xi Jinping advirtió que los aranceles impuestos por Washington amenazan la estabilidad del comercio global y afectan directamente a los intereses legítimos de múltiples países.
El presidente estadounidense, Donald Trump, reforzó su política de presión con tarifas aduanales de hasta 145 por ciento a productos chinos. Pekín respondió con cuotas de hasta 125 por ciento a mercancías provenientes de EE.UU., a partir del 12 de abril.
Xi Jinping señaló que las medidas arancelarias afectan gravemente el orden económico internacional, mientras Trump defendió su estrategia al asegurar que los precios bajaron en su país.
La suspensión de entregas de Boeing también obedece al aumento de costos generado por las tarifas. Las piezas y componentes de origen estadounidense se encarecieron, lo que impide a las aerolíneas chinas absorber los gastos sin apoyo gubernamental. De acuerdo con Bloomberg, China evalúa mecanismos para ayudar a las compañías que arriendan aviones de la firma estadounidense.
Boeing optó por no emitir declaraciones. Sin embargo, sus acciones en la bolsa de Nueva York cerraron con una baja de 2.36 por ciento, lo que refleja la incertidumbre del mercado ante la escalada del conflicto.
