Corridos tumbados la expresión artística y la apología del delito

Corridos tumbados, entre la expresión artística y la apología del delito

Los corridos tumbados se han convertido en un fenómeno musical dominante en México y América Latina.

Esta variante moderna del corrido tradicional fusiona sonidos urbanos con letras que abordan temas como el narcotráfico, el poder, la violencia y la vida al margen de la ley. Su auge ha generado un fuerte debate social y jurídico.

Mientras sus intérpretes defienden el género como una forma de retratar la realidad de muchos jóvenes, críticos y autoridades alertan sobre una posible glorificación del crimen organizado. La discusión se centra en los límites entre la libertad de expresión artística y la apología del delito, en un país afectado por la violencia.

Artistas como Peso Pluma han sido vinculados a “Los Chapitos”, mientras que Natanael Cano ha sido relacionado con “Los Salazar”, célula del Cártel de Sinaloa.

El caso de Los Alegres del Barranco acaparó titulares tras la cancelación de su visa para presentarse en Estados Unidos. Se les acusó de exaltar figuras como Joaquín “El Chapo” Guzmán y Nemesio Oseguera alias “El Mencho”. Posteriormente, comparecieron ante el Juzgado 16 y la Fiscalía estatal de Jalisco por apología.

Estos casos reavivaron la discusión sobre si el arte puede influir en la percepción pública del narcotráfico o si únicamente refleja una realidad social existente.

Ernesto Villanueva, doctor en Derecho y especialista en libertad de expresión del IIJ de la UNAM, señaló que criminalizar canciones sin incitación directa constituye censura.

Por su parte, Ana Cristina Ruelas, directora regional de Artículo 19, advirtió que la figura de apología del delito ha sido utilizada de forma discrecional para censurar expresiones incómodas. Señaló que su aplicación amplia podría vulnerar derechos fundamentales, especialmente en contextos de protesta o crítica social.

El debate legal continúa en México. Mientras sectores conservadores exigen medidas para frenar contenidos considerados nocivos, defensores de derechos humanos piden cautela jurídica.

El fondo de la discusión plantea una interrogante compleja: ¿hasta qué punto el arte debe ser responsable de delitos que ocurren en la sociedad mexicana?

Alma Ruth González
mayo 29, 2025
CDMX