Por primera vez en tres décadas, la Defensoría Pública de la Ciudad de México suspendió sus actividades. Desde este viernes 30 de mayo, más de 850 trabajadores, entre defensores públicos, defensores de oficio, trabajadores sociales y personal pericial, iniciaron un paro laboral.

Los empleados interrumpieron la atención legal a personas sin recursos económicos para exigir cinco condiciones mínimas: respeto a su jornada laboral, trato digno, materiales suficientes para su labor, seguridad frente a usuarios agresivos y transparencia en la administración.

La protesta responde a una acumulación de abusos, señalaron. Los trabajadores denunciaron que las jornadas superan las 12 horas diarias, sin pago extra ni reconocimiento oficial. Además, a pesar de que una reforma constitucional de 2008 ordenó homologar su salario con el de los agentes del Ministerio Público, los defensores ganan en promedio ocho mil pesos quincenales, la mitad que sus pares.

Situación laboral se agravó con la entrada de asesora

Acusaron a Jazmín Perla Garduño García de agravar el mal clima laboral, pues actúa como asesora de José Juan Torres Tlahuizo, director general de Servicios Legales, a pesar de que no cuenta con nombramiento oficial.

Desde oficinas ubicadas en Xocongo 131, Garduño asigna tareas fuera del horario laboral y ha obligado al personal a asistir a eventos oficiales y actividades sin validez académica. Asimismo, protagoniza incidentes que los trabajadores consideran humillantes, como llevar a su perro bóxer al edificio y dejar su limpieza al personal de intendencia.

Los defensores públicos también deben asumir el costo de insumos básicos como hojas, plumas y folders, mientras que en algunas sedes no cuentan con internet, baños funcionales ni personal de limpieza.

A pesar de haber entregado un pliego petitorio desde el 19 de marzo, la Dirección General de Servicios Legales no ha emitido respuesta.

La Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, que en 2023 ya había documentado las condiciones precarias de la institución, desplegó personal de la Tercera Visitaduría para acompañar el paro.

Hasta ahora, el gobierno de la Ciudad de México no ha fijado postura. Los trabajadores aseguran que continuarán en paro hasta recibir una respuesta clara y compromisos firmes.