El festival La Chida, realizado en el Polifórum Carlos Martínez Balmori de Pachuca, recibió gran cantidad de críticas y descontento por parte de asistentes y participantes debido a diversas irregularidades, entre ellas la cancelación del show del comediante “Ojitos de Huevo”, problemas logísticos, incumplimientos hacia cosplayers y fallas en la atención médica.

Uno de los incidentes que más molestia generó fue la cancelación del espectáculo de “Ojitos de Huevo”, programado para el viernes 16 de mayo a las 20:00 horas.

El artista explicó a través de un comunicado en redes sociales que su presentación quedó suspendida por el incumplimiento del pago acordado en el contrato por parte de los organizadores.

Esto provocó una ola de solicitudes de reembolso por parte del público, sin que hasta el momento el evento ofrezca una respuesta clara. “Solicitamos nuestro reembolso, a lo que la empresa hace caso omiso. Somos varias personas pidiendo lo mismo”, denunció una de las asistentes.

Los reclamos no se limitaron al show cancelado. En redes sociales se compartieron múltiples experiencias negativas relacionadas con la logística del evento.

Un testimonio señaló: “La pésima organización y comunicación entre los organizadores y el staff dejó mucho que desear. No sabían qué onda cuando les pregunté sobre mi pase y obsequios prometidos por haber participado en el comercial”.

La Chida deja descontento entre asistentes por fallas en la organización y cancelación de eventos

Otro punto de crítica fue el desarrollo del concurso Copa Cosplay, que anunciaba como premio un viaje a Japón. Sin embargo, durante el evento, varios asistentes notaron que el conductor dio a entender que “el tema del viaje aún no estaba cubierto”. Esto generó dudas sobre la veracidad del premio y el cumplimiento de esa promesa.

Además, se reportó que otro concurso de pasarela de cosplay fue organizado de forma improvisada.

Aunque el concurso existió, los organizadores informaron en el momento que no habría premios. “Nos aclararon que fue un error de comunicación y que ese concurso no debió existir, pero que aún así lo harían. Todos estuvimos de acuerdo, pues una experiencia más al subir al escenario nadie te la quita”, señaló un participante.

Las condiciones para los cosplayers tampoco fueron las óptimas. Hubo quejas sobre la falta de alimentos prometidos, con varios participantes señalando que no se les ofreció un mejor trato durante las largas jornadas.

Una de las situaciones más alarmantes fue el golpe de calor que sufrió la madre de una concursante. Según los asistentes, los paramédicos tardaron en llegar debido a la falta de comunicación, y fueron los propios participantes quienes buscaron la forma de ayudarla.

“Si nos regalaron agua, pero no la comida, y la persona afectada no era una participante, pero sí era acompañante y apoyo de un cosplayer. El calor era sofocante, y algunos estuvimos desde las cuatro 4:00 pm hasta las 8:00 esperando el concurso”, se lee en uno de los testimonios.

Pese a estos inconvenientes, algunos asistentes reconocieron aspectos positivos, como la limpieza de los baños, la amabilidad del personal del staff y el acceso gratuito a ciertas actividades. Sin embargo, las fallas organizativas pesaron más.

“En general, un evento al que si hubiera sabido que sería así de triste, no hubiera ido, ni siquiera comprado el boleto general”, afirmó una de las asistentes, quien también expresó su deseo de que, si hay una segunda edición, los organizadores aprendan de sus errores y brinden una mejor experiencia.