Las redadas migratorias que comenzaron en Los Ángeles provocaron una cadena de protestas en al menos 10 ciudades de Estados Unidos. A medida que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) avanza con su programa de redadas, crecen las tensiones sociales y las respuestas de los gobiernos locales.

En Nueva York, manifestantes bloquearon calles en el Bajo Manhattan y se enfrentaron con la policía cerca de las oficinas federales de migración. Las autoridades informaron varios arrestos, mientras activistas exigieron el retiro de ICE de la ciudad.

Chicago registró marchas multitudinarias con presencia de pancartas en español e inglés. Durante las concentraciones, se reportaron choques con agentes y detenciones a lo largo del día. Las principales avenidas del centro se vieron afectadas por los bloqueos.

Disturbios se extienden a diversas partes de EE. UU.

San Francisco vivió uno de los episodios más tensos. Una manifestación masiva frente al Tribunal de Inmigración terminó en disturbios. Algunos edificios y vehículos sufrieron daños y dos oficiales resultaron heridos. La policía detuvo a más de 150 personas tras los enfrentamientos.

En Texas, el gobierno estatal desplegó a la Guardia Nacional en varias ciudades antes de las movilizaciones previstas. En Austin, las autoridades dispersaron a una multitud que se concentró entre el Capitolio y un edificio federal. El uso de gas lacrimógeno y gas pimienta marcó el operativo. También se reportaron lanzamientos de objetos contra los agentes.

Omaha, en Nebraska, se sumó al mapa de protestas luego de una operación migratoria en una planta procesadora de carne, donde el ICE arrestó a decenas de trabajadores. Familiares y residentes intentaron impedir la salida de los vehículos oficiales. Comercios de la zona cerraron por temor a más detenciones.

En Filadelfia, 150 personas bloquearon el tránsito en el centro de la ciudad. La policía intervino y arrestó a varios manifestantes tras evaluar que la protesta ponía en riesgo la seguridad pública.

Los Ángeles, donde comenzó la ofensiva migratoria, permanece bajo fuerte vigilancia. La alcaldía impuso un toque de queda en el centro para frenar los saqueos y disturbios. La policía local informó más de 300 arrestos desde el inicio de las manifestaciones. La ciudad enfrenta cortes de calles, incendios y choques nocturnos con las fuerzas de seguridad, que han declarado zona de reunión ilegal el área céntrica.

Organizaciones migrantes y colectivos ciudadanos anunciaron nuevas protestas nacionales para el fin de semana, bajo el lema “No Kings”. Las manifestaciones coincidirán con un desfile militar previsto en Washington D.C., lo que anticipa una jornada de alta tensión en la capital y otras ciudades del país.