Tráfico ilegal de aretes para ganado expone red de corrupción y complicidad en frontera sur

El mercado negro de aretes para ganado alcanza un valor estimado de 360 millones de pesos y alimenta una red de corrupción entre autoridades. Así como asociaciones ganaderas y grupos criminales, según denunció Álvaro López Ríos, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA).

Dijo que esta actividad ilegal no solo golpea a los productores del país, sino también perjudica a la Hacienda Pública y pone en riesgo el control sanitario del hato nacional.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) calcula que ingresan ilegalmente a México alrededor de 800 mil cabezas de ganado por la frontera sur. Para ocultar su origen, traficantes utilizan aretes falsos del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (Siniiga). En el mercado legal, cada arete cuesta entre 40 y 50 pesos; en el clandestino, los precios van de 400 hasta 700 pesos.

La UNTA exigió a la Fiscalía General de la República (FGR) investigar este trasiego que vulnera el sistema de trazabilidad y facilita la evasión fiscal. López Ríos señaló que el debilitamiento institucional también ha contribuido a este problema.

En mayo pasado, Estados Unidos suspendió durante 15 días las exportaciones de ganado mexicano por el riesgo del gusano barrenador. Aunque el gobierno federal aseguró que el impacto económico sería mínimo, el sector ganadero advirtió que las autoridades carecen de capacidad para contener este tipo de emergencias sanitarias.

Desde 2013, el gobierno federal mantiene cerrada la Planta Productora de Moscas Estériles en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, mientras que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) sufrió un recorte presupuestal de 42%.

La UNTA pidió al Congreso reasignar recursos a Senasica y reactivar las acciones del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa), incluida la construcción de una nueva planta productora de moscas estériles.